Apuntes para continuar una búsqueda de ida y vuelta (o cómo volver al sur)

1.  Big Bang – Según algunas teorías astronómicas, gran explosión de una masa compacta de energía y materia que dio origen al universo. Son importantes las escalas, no todos los Big bang generan un universo, otros son más modestos y son el inicio de una historia, el encuentro de dos personas o alguno de los millones de fracasos que inundan la vida. La llegada de Manuel a Alemania es una especie de Big Bang, el nacimiento de una estrella lejana de la que solo vemos un pequeño destello mil años después de que ocurriera. En mi caso, el destello llegó 46 años después. Puede parecer poco para una estrella, pero para un ser humano es más de la mitad de su vida.

2. He pasado tanto tiempo en trenes durante los últimos cuatro meses que mi proyecto más que una residencia podría llamarse una itinerancia. Quizá en un futuro sea así cómo se articulen estas ayudas a escritores, obligando a viajar durante meses, siendo de nuevo nómada por un corto espacio de tiempo. Eso sí, espero que cuando llegue ese momento los trenes no sean una combinación casi perfecta de retrasos, cancelaciones, cambios de última hora y todo tipo de situaciones que empeoran la experiencia de viajar en tren: Móviles a todo volumen, gente a todo volumen, gente bebiendo cerveza, gente comiendo pistachos, gente en general… Aún así, la duración de los trayectos, entre hora y media y dos horas, han servido de plazo de entrega inmediato, un jefe tiránico al que rendir cuentas al final de cada viaje y que ha propiciado que haya escrito más en esos trenes que en la residencia en sí.

Y si el proyecto de la residencia recibió el título de: “Dos andaluces en el oeste”, qué mejor forma de alcanzar ese salvaje oeste, Niederrhein, que subido a un tren.

3. Siento fascinación por las historias de crímenes que no se resuelven en los primeros compases de investigación, aquellas donde cada nuevo paso conduce a un callejón sin salida o a otra pista que termina invalidando las anteriores. Una maraña de testigos, documentos, intuiciones y testimonios imposible de desenredar y que provocan que el caso se prolongue en el tiempo, incorporándose a la vida del investigador de forma paulatina, una rutina más de su vida, como el desayuno rico en fibra o el beso de buenas noches. Está de más decir que esas búsquedas ya no tratan sobre cómo resolver el caso o de desvelar quién es el asesino, sino de observar en qué persona se ha transformado el investigador, de qué modo él y su vida han cambiado durante el proceso. 

En este punto de la búsqueda, la historia de Manuel está más cerca de complicarse que de resolverse. Son muchas aún las preguntas que quedan por responder, las pistas por seguir y las incógnitas por fabular:

a) ¿Qué significan las iniciales y los números que encontré en Krefeld en la biografía de Manuel que había en la Antología? ¿Por qué alguien eliminó el texto de Manuel?

b) ¿Será real el mail que he recibido? Una tal Bárbara de Kevelaer asegura que su padre fue amigo de Manuel y conserva algunas fotos de los dos juntos.

c) Mi tía José ha encontrado un par de nuevas fotos de Manuel de joven junto a antiguas novelas pulp del oeste. ¿Será el inicio de una nueva vía? ¿Habrá conexión con la antología?

Novelas del Oeste


Leo en un libro de Juan Tallón, “Todo lo interesante ocurre en la sombra, no cabe duda. No se sabe nada de la historia auténtica de los hombres.” Aunque estoy totalmente de acuerdo con Tallón, en mi caso, no me queda otra que seguir buscando, porque aunque nunca llegue a encontrar a Manuel, me interesa todo lo que va surgiendo alrededor, la vida y la ficción que brotan de lo que escribo.

4.  La búsqueda ha tenido lugar en dos lugares al mismo tiempo. Del lado de allí, en Andalucía, ha sido una búsqueda en el tiempo: a través de la memoria, de los recuerdos, de cajones o álbumes polvorientos que estaban olvidados. Arqueología familiar. La búsqueda aquí ha sido en otra coordenada, el espacio, recorriendo Niederrhein, el lugar donde Manuel vivió, buscando pistas e intentando entender por qué decidió desaparecer en este lugar. 

Unir las dos coordenadas, tiempo y espacio, nos permite crear un eje donde trazar las posibles trayectorias en las que Manuel se movió y, como si fuera un átomo, tener la certeza de qué la forma en que lo observamos determinará su posición y que cada variación, en cualquiera de los dos ejes, ofrecerá una imagen diferente de él. O lo que es lo mismo, la imposibilidad de captar una idea o imagen clara de Manuel. 

5. Desde que empezó el proyecto he obligado a todos mis familiares a contarme aquello que recordasen de Manuel. Por mi parte he evitado ese ejercicio, ya sea por cobardía o por pereza. Así que allá vamos: Mis recuerdos de mi tío abuelo Manuel son escasos, pequeños flashbacks de menos de un segundo. Entre todos ellos destaca una imagen que se repite. No sé si es real o es una mezcla de otros recuerdos o de fotogramas de alguna película, una no muy bien iluminada y con mucho grano, con aspecto análogico. Sería ideal que los recuerdos se pudieran masterizar como se hace con el cine clásico o los VHS y de ese modo tener deslumbrantes recuerdos en HD o 4k. 

En la imagen recurrente aparece toda mi familia reunida en la calle, en la anterior casa de mis abuelos: una casa de dos plantas con corral que mi abuelo siempre lamentó haber dejado, aunque se mudará a escasos cien metros de allí. Ese pequeño corral era la tierra, el aire que él necesitaba. El recuerdo bascula entre la calle y el interior de la casa, sé que esperábamos a alguien con una mezcla de alegría e impaciencia. En la imagen de la espera se mezcla el recuerdo (en primera persona) y la ficción (en tercera persona), donde yo también aparezco en la imagen, pequeño, muy pequeño. En el fragmento de memoria se mezclan los dos planos de modo casi indistinguible. El montaje de la escena es perfecto. 

Creo que es una fiesta navideña, de 24 de diciembre o algo así, pero es demasiado cliché la vuelta del emigrante el día de Navidad. Por una vez permitámonos el cliché: Es 24 de diciembre. Ya de noche, Manolito aparece junto a alguno de mis tíos, que lo habían ido a recoger al aeropuerto (porque supongo que en los años 80 ya volvía en avión). Manuel lleva un traje, una pesada maleta y huele a puro o tabaco negro. Cuando llega hay besos, abrazos, regalos (¿un juego de indios y vaqueros?) y un par de brindis. Estampa de familia reunida. De ahí el recuerdo se va a negro.

6. En mayo, al final de la primavera, con todo en flor y un verde exuberante que invadió hasta el último rincón del castillo, me surgió la pregunta, ¿se enamoró Manuel? ¿Fue eso lo que le retuvo en Niederrhein? ¿Encontró a alguien que lo hizo olvidarse de todo lo demás, de su familia, de su anterior vida, del sur? De ser así, ¿Qué fue de ese amor? ¿Fue correspondido? ¿Cuánto duró? ¿Queda algún rastro o testimonio?  

Castillo Ringenberg

Además de razones económicas o humanitarias, el amor está en el top tres de motivos para emigrar o permanecer en una tierra ajena. Así que la vía del enamoramiento de Manuel no es tan descabellada. Yo mismo podría entender eso, podría llegar a empatizar con alguien que permanece en un lugar que nunca termina de sentir como propio por estar junto a una persona. Llamémosla, por ejemplo, Anne. Contra la levedad de la huida, esa persona hace de peso, una especie de ancla, pero ligera, casi volátil, que hace que sientas que debes permanecer en ese lugar ajeno, pero que eres libre de ir donde quieras. 

Quizá la historia de Manuel se reduzca a eso, tan sencillo como chico conoce a chica y deciden pasar la vida en Niederrhein. Quizá…

7. Cuenta Ricardo Menéndez Salmón en su libro “No entres dócilmente en esa noche quieta” la historia de Han Gan, artista de la dinastía Tang que vivió entre los años 706 y 783. Tras pintar el retrato del caballo favorito del emperador en los establos imperiales, el animal empezó a cojear. Muy enfadado, el emperador ordenó de inmediato que se llevará a cabo una investigación y se descubrió entonces que Han Gan había olvidado pintar uno de los cascos del animal. Menéndez Salmón dice que como en la anécdota deberíamos escribir libros o historias que sean capaces de conjurar la realidad. Y esa ha sido la intención con este proyecto, la de buscar, crear, fabular historias que de algún modo conjuren las posibles vidas que mi tío abuelo Manuel tuvo o pudo tener en Alemania, porque solo el hecho de escribirlas e imaginarlas, como Han Gan, hacen que sean reales.

8. Gracias a esta búsqueda he encontrado historias, recuerdos que han sido revelados después de muchos años, memorias de mi familia que de otro modo hubieran desaparecido. Todo esto ha corregido parte de mis presupuestos iniciales. Por ejemplo, yo tenía una visión de mi tío abuelo como un hombre pequeño, descuidado en el vestir y no muy agraciado. Y resulta que era todo lo contrario, bastante alto para la media española, siempre con trajes al corte y una estimulante vida social. En una de las fotos que ha sido encontrada, posa ante la cámara delante de la Giralda con un buen traje, peinado preciso y un porte a lo Bela Lugosi. Todo un galán. 

Manuel con la Giralda al fondo

Otra de mis equivocaciones previas tiene que ver con la foto de mi bisabuelo, con el uniforme de la Guardia Real, que yo creía desaparecida. Incluso acusé a mi familia de inventar su existencia. La foto ha sido recuperada y es del todo diferente a como la había imaginado: Es un busto donde mi bisabuelo José posa muy serio, luciendo un imponente mostacho propio de un domador de leones o de un forzudo de feria. Aunque el gran secreto que revela la fotografía es que mi bisabuelo fue soldado raso, nada de formar parte de la Guardia Real de Alfonso XIII. En este caso parece que era mejor la ficción que la realidad, al menos para la carrera militar de José. 

Bisabuelo José vestido de militar

Lo más importante de este proceso de ida y vuelta ha sido que mi familia ha tomado consciencia de sí misma. Lo que un principio fue desidia y sorpresa porque iba a hablar de mi tío abuelo, de Manolito, aquel excéntrico hombre que vivió toda su vida en Alemania, se ha convertido en un vivo interés en el proceso, en los avances, en la escritura sobre Manuel. En un juego de espejos que cada vez nos ofrecía un reflejo más nítido de nosotros mismos. 

Ante la pregunta inicial de, “¿a quién le interesa esa historia?” Hemos obtenido como respuesta que a nosotros, a la familia. En un tiempo en el que el relato nos viene dado o impuesto desde fuera, donde hemos perdido la capacidad de contar nuestra propia historia, ha sido interesante poder construir este relato familiar, un relato que nos permite explicar mejor nuestra singularidad ante nosotros y los demás.

Epílogo – Y después de todo este ir y venir, de preguntas y respuestas, de ficcionar y documentar, viajar y habitar las fronteras, lo que no termino de comprender de Manuel es cómo fue capaz de desaparecer, de no regresar, de olvidar el albero, el quillo, picha, churra, cabeza, llámame como quieras, el azahar, el calor, la chicharra que lo colorea con su canto, esas tardes con promesa de infinitud, hablar, hablar con otros, hablar con todos, gazpacho, salmorejo, siestas por derecho, la boca seca, el corazón inundado, noches de insomnio al relente, donde compartir la ausencia, la pena y la alegría como si fueran una. El manque pierda de una tierra sin amos. Tierra de espigas, verde, blanca y verde. Primavera y verano, el sur, de nuevo el calor, el habla más lento que no te entiendo, pero da iguá porque no hay que entender. La risa y la broma, el chiste, el que no las hace, el andaluz ‚entro, el que no toca las palmas, pero las siente y le duelen. Dice Roberto Bolaño que los proletarios no tienen fiestas, sino funerales con ritmo. Pues que suene la música.

Receta de Gazpacho y Salmorejo: https://stadt-land-text.de/2022/07/16/rezept-fuer-gazpacho-und-salmorejo-receta-de-gazpacho-y-salmorejo/

Text auf Deutsch: https://stadt-land-text.de/2022/07/16/notizen-fuer-eine-suche-hin-und-retour-oder-wie-man-in-den-sueden-zurueckkehrt/

Mehr von Álvaro Parrilla Álvarez

Notizen für eine Suche hin und retour (oder wie man in den Süden zurückkehrt)

1. Urknall – einigen astronomischen Theorien zufolge die gewaltige Explosion einer kompakten Masse aus Energie und Materie, durch die das Universum entstanden ist. Es kommt aber auf die Dimensionen an, denn nicht alle Urknalle erzeugen ein Universum, manche sind bescheidener und beginnen eine Geschichte, die Begegnung zweier Menschen, oder sie leiten einen der unzähligen Misserfolge ein, die über das Leben hereinbrechen. Manuels Ankunft in Deutschland ist eine Art Urknall, die Geburt eines fernen Sterns, von dem tausend Jahren später nur noch ein kleines Funkeln zu sehen ist. Bei mir kam das Funkeln sechsundvierzig Jahre später an, das mag für einen Stern nicht lang sein, aber bei einem Menschen ist es mehr als die Hälfte seines Lebens.

2. In den vergangenen vier Monaten habe ich so viel Zeit in Zügen verbracht, dass sich das Projekt eher wie eine Walz als eine Residenz angefühlt hat. Vielleicht werden diese Stipendien für Autoren irgendwann einmal so konzipiert, dass man gezwungen wird, ein paar Monate lang herumzureisen und für eine Weile wieder nomadisch zu leben. Ich hoffe jedenfalls, die Fahrten sind dann nicht mehr diese nahezu perfekte Kombination aus Verspätungen, Zugausfällen, Änderungen in letzter Minute und jeder Menge anderer Vorfälle, die das Reisen mit der Bahn unangenehmer machen: Handys in vollster Lautstärke, Menschen in vollster Lautstärke, Menschen, die Bier trinken, Menschen, die Pistazien essen, Menschen im Allgemeinen … Aber trotzdem haben diese Fahrten, meist zwischen anderthalb und zwei Stunden lang, mir als unmittelbare Deadline gedient, ein tyrannischer Chef, dem ich am Ende jeder Fahrt Rechenschaft ablegen musste, was dazu geführt hat, dass ich in diesen Zügen mehr geschrieben habe als in der eigentlichen Residenz.

Und das Projekt trägt schließlich den Titel „Zwei Andalusier im Westen“, wie also besser in den wilden Westen, den Niederrhein, reisen als mit dem Zug?

3. Mich faszinieren Kriminalfälle, die nicht schon in der ersten Phase der Ermittlungen gelöst werden, wo jeder neue Schritt in eine Sackgasse führt oder zu einem Hinweis, der alle vorherigen entkräftet. Ein Durcheinander an Zeugen, Dokumenten, Intuitionen und Aussagen, das sich nicht entwirren lässt und den Fall in die Länge zieht, bis er immer mehr zum Leben des Ermittlers dazugehört, ein Teil seiner Routine wird, wie das ballaststoffreiche Frühstück und der Gute-Nacht-Kuss. Irgendwann geht es gar nicht mehr nur darum, den Fall zu lösen und den Mörder zu finden, sondern auch darum, wie sich der Ermittler dadurch verändert, wie die Suche ihn und sein Leben beeinflusst.

Zum jetzigen Zeitpunkt der Suche scheint Manuels Geschichte eher komplizierter als klarer zu werden. Es gibt noch viele Fragen zu beantworten, Hinweise zu verfolgen, Unbekanntes zu erfinden:

a) Was bedeuten die Initialen und Zahlen aus der Biografie am Ende der Anthologie, die ich in Krefeld gefunden habe? Warum hat jemand Manuels Text entfernt?

b) Ist die Mail, die ich neulich bekommen habe, echt? Eine Barbara aus Kevelaer behauptet, ihr Vater sei mit Manuel befreundet gewesen und schreibt, dass sie einige Fotos von den beiden zusammen hat.

c) Meine Tante José hat ein paar Fotos von Manuel als jungem Mann neben alten Westernromanen gefunden. Ist das ein neuer Hinweis? Hängt es mit der Anthologie zusammen?

Western-Romane

In einem Buch von Juan Tallón lese ich: „Alles Interessante geschieht im Verborgenen, daran besteht kein Zweifel. Über die wahre Geschichte der Menschen ist nichts bekannt.“ Obwohl ich Tallón voll und ganz zustimme, habe ich keine andere Wahl, als weiterzusuchen, denn auch wenn ich Manuel selbst nicht finde, interessiert mich alles, was um ihn herum entsteht, das Leben und die Fiktion, die aus dem, was ich schreibe, hervorgehen.

4. Die Suche hat an zwei Orten gleichzeitig stattgefunden. Dort, in Andalusien, war es eine Suche in der Zeit: im Gedächtnis, in Erinnerungen, in verstaubten und vergessenen Schubladen oder Fotoalben. Familienarchäologie. Hier in Deutschland habe ich auf einer anderen Ebene gesucht, im Raum, unterwegs am Niederrhein, wo Manuel gelebt hat, habe Spuren gesucht und versucht zu verstehen, warum er an diesem Ort verschwinden wollte.

Durch das Zusammensetzen der beiden Koordinaten, Zeit und Raum, können wir seine Position erahnen, als wäre er ein Atom, und müssen aber erkennen, dass unsere Perspektive das Bild beeinflusst und jede Verschiebung auf einer der Achsen ihn wieder anders zeigt. Wir können also gar kein eindeutiges oder klares Bild von Manuel bekommen.

5. Zu Beginn des Projekts habe ich alle meine Verwandten gezwungen, mir zu erzählen, was sie über Manuel wissen. Ich selbst habe damals nicht mitgemacht, entweder aus Feigheit oder aus Faulheit. Jetzt ist es aber soweit: Meine Erinnerungen an meinen Großonkel sind spärlich, kleine Flashbacks, kaum eine Sekunde lang. Unter den Bildern sticht eines hervor und kehrt immer wieder. Ich weiß nicht, ob es echt ist oder eine Mischung aus anderen Erinnerungen und Standbildern aus einem Film – einem schlecht beleuchteten mit viel Körnung und analoger Erscheinung. Am besten wäre, wenn man Erinnerungen genauso überarbeiten könnte wie klassische Filme oder alte Videokassetten, damit auch sie in bester HD- oder 4K-Qualität zur Verfügung stünden.

Das immer wiederkehrende Bild zeigt meine ganze Familie vor dem ehemaligen Haus meiner Großeltern auf der Straße versammelt: Ein zweistöckiges Haus mit einem kleinen Garten, den mein Großvater damals schweren Herzens zurückgelassen hat, auch wenn er gerade einmal hundert Meter weiter gezogen ist. Dieser kleine Garten war das Land, die Luft, die er brauchte. Die Erinnerung pendelt zwischen der Straße und dem Inneren des Hauses, ich weiß, dass wir mit einer Mischung aus Vorfreude und Ungeduld auf jemanden gewartet haben. Die Erinnerungen (in der ersten Person) und Fiktion (in der dritten Person) vermischen sich, auch ich selbst tauche im Bild auf, klein, sehr klein. In dem Erinnerungsfragment verschmelzen die beiden Ebenen so, dass sie kaum noch voneinander zu unterscheiden sind. Die Szene ist perfekt geschnitten.

Ich glaube, es handelt sich um eine Weihnachtsfeier, vermutlich am 24. Dezember, wobei die Rückkehr des Auswanderers am ersten Weihnachtstag sehr klischeehaft ist. Aber lassen wir uns auf das Klischee ein: Es ist der 24. Dezember. Draußen ist es bereits dunkel, als Manolito mit einem meiner Onkel auftaucht, der ihn vom Flughafen abgeholt hat (ich gehe davon aus, dass er in den 1980er-Jahren mit dem Flugzeug gekommen ist). Manuel trägt einen Anzug, er hat einen schweren Koffer dabei und riecht nach Zigarren oder schwarzem Tabak. Bei der Begrüßung gibt es Küsse, Umarmungen, Geschenke (ein Cowboy- und Indianerspiel?) und ein paar Trinksprüche. Eine wieder vereinte Familie. Doch dann wird die Erinnerung schwarz.

6. Im Mai, als der Frühling endet, alles blüht und üppiges Grün bis in den letzten Winkel des Schlosses vordringt, frage ich mich eines Tages: Hat Manuel sich vielleicht verliebt? Ist er deshalb am Niederrhein geblieben? Hat er jemanden getroffen, der ihn alles andere vergessen ließ, seine Familie, sein früheres Leben, den Süden? Und wenn ja, was ist aus dieser Liebe geworden? Wurde sie erwidert? Wie lange hielt sie an? Ist davon etwas geblieben, ein Beweis?

Schloss Ringenberg

Neben wirtschaftlichen und humanitären Motiven ist die Liebe einer der drei häufigsten Gründe, warum Menschen in ein fremdes Land gehen oder ganz dahin ziehen. Also ist es gar nicht so abwegig, dass Manuel sich verliebt haben könnte. Persönlich kann ich das gut nachvollziehen, kann verstehen, warum jemand an einem Ort bleibt, der sich nie so richtig wie ein Zuhause anfühlt, um mit einer anderen Person, nennen wir sie Anne, zusammen zu sein. Die Person wirkt wie ein Gewicht, eine Art Anker, aber sanfter, beinahe flüchtig, und gibt einem das Gefühl, man sollte an diesem fremden Ort bleiben, obwohl man frei ist, zu gehen, wohin man will.

Vielleicht ist es das, worauf Manuels Geschichte hinausläuft: Junge trifft Mädchen und sie beschließen, ihr Leben am Niederrhein zu verbringen. Wer weiß …

7. In seinem Buch No entres dócilmente en esa noche quieta erzählt Ricardo Menéndez Salmón die Geschichte von Han Gan, einem Künstler der Tang-Dynastie, der von 706 bis 783 lebte. Han Gan malte ein Porträt vom Lieblingspferd des Kaisers in den royalen Ställen, doch danach begann das Tier zu hinken. Der Kaiser war sehr verärgert und ordnete sofort eine Untersuchung an, bei der sich herausstellte, dass Han Gan vergessen hatte, einen der Hufe des Tieres zu malen. Menéndez Salmón sagt, dass wir genau wie in der Anekdote Bücher und Geschichten schreiben sollten, die die Realität beschwören können. Das war auch meine Absicht bei diesem Projekt: Geschichten zu suchen, zu erfinden, zu spinnen, die irgendwie die Leben, die mein Großonkel in Deutschland hatte oder hätte haben können, heraufbeschwören, denn schon sie aufzuschreiben und sie sich vorzustellen – genau wie Han Gan – machen sie real.

8. Dank meiner Suche habe ich Geschichten gefunden, Erinnerungen, die nach vielen Jahren wieder aufgetaucht sind, Erinnerungen meiner Familie, die sonst verschwunden wären. All das hat ein paar meiner ursprünglichen Annahmen widerlegt. Zum Beispiel habe ich mir meinen Großonkel als kleinen, schlecht gekleideten, wenig anmutigen Mann vorgestellt. Wie sich herausstellte, war das Gegenteil der Fall, für spanische Verhältnisse war er ziemlich groß, trug schicke Anzüge und war ausgesprochen gesellig. Auf einem der Fotos, die aufgetaucht sind, posiert er in einem feinen Anzug, mit gepflegtem Haarschnitt vor der Giralda in Sevilla. Er sieht aus wie Bela Lugosi, durch und durch ein Galan.

Manuel mit der Giralda im Hintergrund

Ein weiterer Irrtum hat mit dem Foto meines Urgroßvaters zu tun, das von ihm in der Uniform der Königlichen Garde, von dem ich dachte, es sei verschollen. Ich habe sogar meine Familie beschuldigt, es erfunden zu haben. Das Foto ist aufgetaucht und ganz anders, als ich es mir vorgestellt hatte: Es handelt sich um ein Porträt, mein Urgroßvater José posiert ernst, hat einen beeindruckenden Schnurrbart, sieht aus wie ein Löwenbändiger oder ein Schausteller auf dem Jahrmarkt. Das große Geheimnis, das dieses Bild offenlegt, ist aber, dass mein Großvater ein gemeiner Soldat ohne Dienstgrad war und keineswegs zur Königlichen Garde gehörte. In diesem Fall war die Fiktion wohl besser als die Realität, zumindest für Josés militärische Karriere.

Urgroßvater José in Militärkleidung

Der wichtigste Aspekt dieser Suche war, dass meine Familie ein Bewusstsein für sich selbst entwickelt hat. Aus dem anfänglichen Desinteresse und der Verwunderung darüber, dass ich über meinen Großonkel sprechen wollte, über Manolito, diesen exzentrischen Mann, der sein ganzes Leben in Deutschland verbracht hat, wurde ein lebhaftes Interesse am Prozess, an den Fortschritten und den Texten über ihn. Ein Spiel mit Spiegeln, das uns jedes Mal ein schärferes Bild von uns selbst zeigte.

Auf die anfängliche Frage: „Wen interessiert schon diese Geschichte?“, haben wir eine Antwort gefunden. Uns, die Familie. In einer Zeit, in der Geschichten meist vorgegeben oder von außen aufgedrängt werden, in der wir die Fähigkeit verloren haben, unsere eigene Geschichte zu erzählen, war es besonders spannend, diese Familiengeschichte zu rekonstruieren, eine Geschichte, die dabei hilft, uns selbst und anderen zu erklären, wie einzigartig wir sind.

Epilog – Aber was ich nach all diesem Hin und Zurück, den Fragen und Antworten, dem Fiktionalisieren und Dokumentieren, dem Reisen und dem Bewohnen von Grenzen immer noch nicht verstehe, ist wie Manuel es geschafft hat, zu verschwinden und nicht zurückzukehren, alles einfach zu vergessen, den gelben Lehm, den Moment, wenn du einen Kumpel auf der Straße triffst, einen Quillo, Picha, Churra, Cabeza, sag, wie du willst, die Orangenblüte, die Hitze, die Zikade, die mit ihrem Gesang alles erhellt, diese Nachmittage, die eine Unendlichkeit innehaben, Gespräche, Gespräche mit anderen, Gespräche mit allen, Gazpacho, Salmorejo, das Recht auf Siesta, der trockene Mund, das überwältigte Herz, schlaflose Nächte in der feuchtkühlen Nachtluft, wo Freude und Leid zusammenkommen, als wären sie eins. Komme, was wolle in einem Land ohne Besitzer. Land der Ähren, grün, weiß, grün. Frühling und Sommer, der Süden, immer wieder diese Hitze, „sprich doch langsamer, ich kann dich nicht verstehen“, aber egal, gibt eh nix zu verstehen. Das Lachen und die Witze, die Witze, derjenige, der keine macht, der innere Andalusier, er klatscht nicht im Rhythmus, spürt die Hände aber trotzdem, sie tun ihm weh. Roberto Bolaño sagt, Proletarier feiern keine Feste, nur Beerdigungen mit Rhythmus. Wenn das so ist, möge die Musik erklingen.

Rezept für Gazpacho und Salmorejo: https://stadt-land-text.de/2022/07/16/rezept-fuer-gazpacho-und-salmorejo-receta-de-gazpacho-y-salmorejo/

Texto en español: https://stadt-land-text.de/2022/07/16/apuntes-para-continuar-una-busqueda-de-ida-y-vuelta-o-como-volver-al-sur/

Mehr von Álvaro Parrilla Álvarez

Rezept für Gazpacho und Salmorejo / Receta de Gazpacho y Salmorejo

Gazpacho: 4-5 reife Tomaten, eine grüne Paprika, eine viertel Zwiebel, drei Knoblauchzehen und eine halbe Gurke oder eine ganze, falls sie eher klein ist. Einen kleinen Becher extra natives Olivenöl, einen halben Becher Essig und Salz nach Geschmack. Wenn alles zerkleinert ist, gibt man noch einen halben Liter Wasser und ein bisschen Eis dazu, aber es sollte nicht zu wässrig werden.


Salmorejo: Man macht einen Brei aus Brotkrümeln und gibt Knoblauch, Olivenöl, Salz und Tomaten dazu. Die Mengen variieren je nach Reife der Tomaten oder Härte des Brots. Wird am besten kalt gegessen.


Gazpacho: 4 ó 5 Tomates maduros, un pimiento verde, ¼ cebolla, ajo y medio pepino si
es muy grande o entero si es chico, tres dientes de ajo. Un vaso pequeño de aceite
virgen extra, la mitad del vaso de vinagre y sal al gusto. Cuando está todo triturado se le
añade ½ litro de agua y algo de hielo, pero sin aguarlo.

Salmorejo: ​​ Se elabora mediante un majado de una cierta cantidad de miga de pan, ​a
la que se le añade ajo, aceite de oliva, sal y tomates.​ Las cantidades varían
según cómo de maduro esté el tomate o la dureza del pan. Mejor comerlo frío.

Mehr von Álvaro Parrilla Álvarez

honigstraße

ich stehe also in rheurdt schaephuysen und habe die handbremse angezogen. während der knapp einstündigen autofahrt ist ein paar mal die frage aufgekommen, ob sich der weg lohnt. alles ist in die erste dickwattige schwüle des jahres gehüllt. außerdem ist feiertag. der nachmittag wirkt ein wenig beleidigt darüber, seine einladung zur trägheit abzulehnen und ihn stattdessen mit aktivität zu füllen. nach einer strecke, die über den rhein, unspektakuläre landstraßen aber immerhin durch die alpen führt; mir den blick auf einige röhrend überholende heckscheiben mit tribal-aufklebern, erdbeerfelder und weiße waden in karierten dreiviertelhosen gewährt hat; mich mehrmals daran erinnert, dass er jetzt wohl da ist, der sommer 2020, erreiche ich eine steile einfahrt. es ist die auffälligste unebenheit, die aggressivste steigung, die mir in der region bisher begegnet ist.

jan kommt sie herunter und öffnet mir, er lebt hier mit niels. beide tragen kleidung, die worte wie „werkeln“ und „es gibt immer was zu tun“ nahelegen. während der nächsten zwei stunden zeigen sie mir ihren hof. relativ schnell muss ich feststellen, dass „hof“ nicht die richtige beschreibung für das areal ist, das die beiden – und seit kurzem auch jans mutter – ihr zuhause nennen. es klingt zu sehr nach landwirtschaft, nach nutztierhaltung, nach milchsteuer. was hier passiert, hat wenig mit pragmatik zu tun. die beiden haben sich – und es klingt so abgedroschen wie es wahr ist: ein kleines paradies geschaffen. neben dem haupthaus, das sie bewohnen, gibt es eine garage, ein etwas muffiges gästehaus mit sauna, das noch zum partyhaus umfunktioniert werden soll, und einen weiteren verschlag, hier ist gerade ein pfau drin, sagt niels und öffnet die tür, gibt den blick frei auf das dort ruhig und majestätisch thronende tier vor großen buntglasfenstern.

zwischen den gebäuden führt ein schmaler kiesweg durch bäume und brennholzstapel, es gibt eine wasserpumpe, wildwachsende blütenpflanzen, wildwachsende pflanzen ohne blüten, einen kirschbaum. am ende grenzt das grundstück an ein feld, man sieht nichts als feld. dahinter kommt nur noch holland, sagt jan. insgesamt laufen zwei pfaue über den hof, neben ihnen halten die beiden gänse und hühner, sie imkern, Honigstraße wurde der hof früher auch genannt. an der garage hängt noch das alte straßenschild. sie haben eine katze, einen hund, eine jugendliche gans, die sich verhält wie ein hund und uns während des spaziergangs auf schritt und tritt über das grundstück begleitet. sie hätte sich zu sehr an die beiden gewöhnt, sagen sie. auf der benachbarten wiese grasen zehn ziegen, das wäre praktisch, dann müssten sie die wiese nicht mehr mähen.

jan (38) ist polizist beim LKA und niels (32) ist arzt. sie haben sich vor fünf jahren entschieden, aus einem essener vorort aufs land zu ziehen. wobei das hier ja kein richtiges land wäre, sagt jan, man wäre schließlich schnell überall. er arbeitet weiterhin in duisburg, niels hat einen job in der gegend. beide kommen aus dem ruhrgebiet. ob ihnen etwas fehle, frage ich, wir stehen im riesigen bewaldeten gehege der hühner, das kaum ein gehege ist, sondern eher wirkt wie ihr eigenes  schattiges dorf. In der mitte steht der hühnerschlag wie eine kirche, im vergitterten krankenhaus unweit des zentrums päppeln sie lädierte hennen aus legebatterien auf und die küken tun ihre ersten schritte. um das areal baumeln leere weinflaschen in der luft. wenn man nur sie betrachtet und die dekoelemente, die sporadisch aber liebevoll-konsequent in gewächse, fenster, auf baumstümpfe oder zielsicher ins hoch gewachsene gras drapiert wurden, könnte man sich auf dem gelände eines kleinen, naturverbundenen festivals vermuten, auf dem verspielter bummeltechno läuft. wie, um das gegenteil zu beweisen, kräht einer der hähne laut.

nein, ihnen fehle nichts. sie wären auch in essen nicht diejenigen gewesen, die viel ausgegangenen sind, auf konzerte oder ähnliches. im ort gebe es außerdem musik-programm und manchmal kabarett, normalerweise zumindest, das würde ihnen reichen. außerdem bekämen sie hier fast täglich besuch aus der nachbarschaft, man wäre hier sofort integriert gewesen. zur bestätigung kommt kurze zeit später ihr nachbar vorbei, um frische eier abzuholen. natürlich hätten sie sich am anfang gedanken gemacht, sagt jan, so als homo-paar hier her und reden würden eh alle, aber das wäre nie ein größeres ding gewesen. als die leute gemerkt hätten, dass sie vegetarier sind, waren sie überraschter. und erst, wenn sie keinen schnaps trinken würden, meint jan, würde es problematisch.

als ich zurückfahre ist es abend, die luft nicht mehr ganz so feucht. mehr neue beobachtungen gibt die autofahrt für ein szenisches ende des textes nicht her. ich habe trotzdem gute laune, weil ich das gefühl habe, zwei menschen getroffen zu haben, die die frage nach dem „wie wir leben wollen“ für sich richtig beantwortet zu haben scheinen; die zufriedenheit ausstrahlen, ohne es darauf anzulegen. das finde ich selten.

Mehr von Carla Kaspari

beste zutaten für das jüngste gericht

unter unsern schreibgestählten hintern

toter rasenteppich

über leeren gräbern

WER

hat die zombies in die rückgebaute kirche gesperrt

in den sterbenden wald gejagt

tief vergraben unter den rotbuchenwurzeln der autonomen baumhäuser

der schwarz vermummte block

beantwortet lieber keine fragen

hat keinen bock

auf allzu klein kariertes

ist sich selbst

freundlich

antworten genug

nicht nur ihm fehlt

was WER

aus dantes inferno

abpumpt

aus brunnen ohne stöpseln

für IHR all zu gemeines wohl

unnatürlich

exlex

per gesetz

im schatten der friedhofsmauer

durch pandämlichen sicherheitsabstand

streng limitiert

braten wir kross in der sonne

nach dem pfannthastischen rezept

eines christlich motivierten patchworksupergauleiters

mit einem bunten resteeintopf

aus korruption, betrug, krieg und gewalt

gefickten sondermüllschicksalen

und fahrn fahrn fahrn

turbo auf der alten autobahn

mit e-bike hin und weg

ganz easy

ohne autowahn

hurrah

hambi bleibt

am sterben

weil wir sowieso nicht zusammen leben können

die bande of refugees

spukt derweil in the geisterhaus

der zug ist abgefahren

der bus fährt selten

no exit

aus die maus

entstanden unter dem eindruck der stadt.land.text -veranstaltung GEISTERDÖRFER UND SEHNSUCHTSORTE zusammen mit kolleg*innen, organisator*innen und führern beim gespräch mit waldschützern im hambacher wald am größten loch von NRW (hambacher tagebau) und dem bürgermeister von morschenich unter corona und der bevorstehenden sommerdürre. WER ist ein anagramm?

Mehr von Brandstifter

A Privileged Place

Ort: Münster | Datum: Sa, 10.06. – Fr, 01.10.2017 | Wetter: Entweder es regnet, oder …

Nairy Baghramian: Privileged Points. Hinterhof Erbdrostenhof, Münster. Skulptur Projekte Münster 2017.Ein Urzeittier. In Teilen. Wie ein aufgebockter Tausendfüßler harrt es im Hof. Ein Stück Saurierskelett. Gebrochenes Rückgrat. Zur Schau gestellt. Hinter Mauern und eisernen Toren, zu besichtigen, täglich von 10.00 bis 20:00 Uhr, freitags bis 22:00 Uhr. „Ich weiß, was das ist. Wie heißt das Tier nochmal?“ Trauben von Menschen stehen um das Grau herum oder sitzen auf dem Weiß. Picknicken. Pausieren. Führungen auf Deutsch, Englisch, Holländisch. Gezückte Smartphones. Ein vorübergehendes Labyrinth von abgestellten SP-Leihrädern.

Das neonrot leuchtende Logo weist den Weg auf den Vorplatz und in den Hinterhof. Von der Salzstraße oder vom Servatiikirchplatz aus durch ein Tor zu betreten. Die Skulptur im Freien. Die Verbindungsachse aber durchzieht das Portal, das Gebäude. Wer den Erbdrostenhof betreten will, läuft einen kleinen Schlenker. Die Skulptur bedeutet einen Umweg. Eine Verzögerung. Wenn auch nur minimal. Ein Guide im Regiestuhl – vor dem Gebäude, dahinter, bei Regen auch mal darin oder unter dem Balkonvorsprung des Saals. Ein Aufblicken vom gewohnten Weg.

„Eine Skulptur ist das, was im Wege steht“Ayşe Erkmen: On water. Stadthafen 1, Münster. Skulptur Projekte Münster 2017.

Nicht Touristin, nicht Einheimische, schaue ich den Suchenden beim Suchen zu. Der tastende Blick, der sich vom Stadtplan löst, über die auf Asphalt gesprayten Logos und Pfeile streift und die Straßenzüge und Gebäude mustert. Soll man ihnen sagen, wo die Skulptur steht? Schmunzeln. Und dann wieder Stirnrunzeln. Ob des ganz selbstverständlichen Betretens ansonsten anderen vorbehaltener, abgelegener oder unbeachteter Orte. Die Skulptur und ihre AnhängerInnen als Eindringlinge im Gewohnten, Ruhigen, Vorgeformten. Ziehen die Blicke auf sich. Noch immer wirken sie fehl am Platze. Ich versuche, Orte aufzusuchen, die mir weniger vertraut sind. An denen sie nicht wie Fremdkörper im gewohnten Bild wirken.

Mika Rottenberg: Cosmic Generator. Gartenstraße 29, Münster. Skulptur Projekte Münster 2017.Das Schild springt nicht ins Auge. Trotz leuchtendbunter Birnchen. Unweit des Asia-Shops wieder ein obligatorisches SP-Fahrräder-Labyrinth. Beim Betreten des Ladens zur Rechten eine Frau hinter der Theke. Ist sie Verkäuferin? Der Laden doch noch in Betrieb? In den Regalen stehen Produkte. Kitsch. Lametta, lachende Eier, Ananas-Schwimmreifen. Ohne die anderen, unsicher ein- und auftretenden Suchenden, hätte ich die Dame vielleicht gefragt, ob ich wirklich richtig bin. Mika Rottenberg: Cosmic Generator. Gartenstraße 29, Münster. Skulptur Projekte Münster 2017.Ob ich einfach so eintreten darf. Nur, um mal zu gucken. Schmale Gänge. Regale bis zur Decke. Spinnweben wiegen sich im Takt des schwenkenden Standventilators. Im verdunkelten Raum zur Straße hin schaut man in die Röhre. Bis nach Mexiko.

„Kunst als Ausflug?“

Kunst im öffentlichen Raum. Skulpturen auf dem Weg zur Uni, dem Weg zur Arbeit, dem Weg zum Einkaufen. Was passiert, wenn man sie vom Sockel hebt? Macht es sie nahbarer? Oder senkt es die Hemmschwelle? An der Promenade im Schatten des Buddenturms rollen die Köpfe, kriecht fremde Farbe den Rücken hinauf. Oder die sandfarbene Museumswand, außen, neben der Treppe. „Die Schlange wurde nach Drinnen verlegt.“ Vielsprachige Schlange von Menschen. Schilder wie im Freizeitpark an der Hauptattraktion. „Ab hier noch 30 Minuten.“ Freier Fall? Loopings? Endzeitstimmung ohne Eis! Unweit des Aasees Sprünge im LED-Panel. Ei Arakawa: Harsh Citation, Harsh Pastoral, Harsh Münster. Wiese vor Haus Kump, Mecklenbecker Straße 252. Skulptur Projekte Münster 2017.Harsh Münster? Den Weg übers Wasser versperren des Nachts Metallzäune mit spitzen Zacken.

Was geht, was kommt wieder – nur woanders – und was bleibt? In vier oder fünf Jahren könne man erst etwas über die Wirkung der diesjährigen Skulptur Projekte sagen, so der künstlerische Leiter Kasper König in einem Interview mit Ulrike Timm für den Deutschlandfunk. Als ich nach dem Abbau der Skulpturen erneut den Weg zum Erbdrostenhof einschlage, ertappe ich mich dabei, wie ich einen kleinen Schlenker laufe. Statt den geraden Weg zu nehmen. Ich blicke auf.

Mehr von Claudia Ehlert